Todos los cócteles clásicos tienen una historia detrás que ya quisieran los mejores vinos. El Bloody Mary tiene una historia de guerras, persecuciones y desamores.
María Tudor, reinó Inglaterra durante un breve periodo (1553 – 1558), en el que realizó una persecución sin tregua a los protestantes. Debido a la matanza de centenares de personas por el mero hecho de pertenecer a otra religión a la suya, la religión de su padre, el glotón y libidinoso Enrique VIII, se ganó el apodo de bloody Mary (María la sanguinaria). El odio hacia su progenitor nace desde que éste invalidó su matrimonio con su madre Catalina de Aragón, con el fin de unir lazos con Ana Bolena. Además cuando la primera falleció (posiblemente Enrique mandó envenenarla), el padre realizó una fiesta por todo lo alto donde todo el mundo debía lucir alegres colores amarillos.
El trauma infantil, provocó que durante su reinado mandara a la hoguera a todo protestante que se cruzara en su camino.
Posteriormente se casó con Felipe II, pero este la abandonó porque decía que su vientre solo germinaba fantasmas. Al acercarse su muerte, cedió el trono a su hermana Isabel (a la que había encerrado en una torre anteriormente).
El cóctel Bloody Mary fue creado en la década de 1920 en el Harry’s Bar de París., mezcla el zumo de tomate de color rojo, en referencia a la sangre y muerte de los protestantes de aquella época. En la actualidad existen diversas variantes, como añadirle aguacate para obtener un sabor mexicano o wasabi (salsa fuerte y picante. Es el raiforte japonés) para darle un toque oriental.
Dicen que el Bloody Mary es perfecto para combatir las resacas. La verdad que no lo sé porque de la aspirina y comerme todas las sobras de la nevera no he pasado en mis resacas pero oye, algún día hay que probar y después de alguna procesión de “la madrugá” lo mismo cae uno.
No nos hace falta gran cosa para preparar nuestro Bloody Mary. Que si un vaso mezclador que si un vaso de tubo o uno bajo y ancho. En fin, tampoco es para tanto y con un par de vasos que tengamos en casa más o menos apañado podemos llevarlo a cabo.
Ingredientes para 1 Bloody Mary
2 partes de vodka, 6 partes de zumo de tomate, 5 o 6 hielos, 1 golpe de salsa tabasco, 2 golpes de salsa perrins, un pellizco de sal, un chorrito de zumo de limón, un poco de pimienta negra (para mi opcional) y para decorar una ramita de apio verde.
Lo primero, es seleccionar los ingredientes. Tenerlos todos a mano para no tardar nada en preparar nuestro cóctel.
A continuación echamos, en el que será nuestro vaso mezclador, los hielos junto con las dos partes de vodka.
Sin tardar añadimos el zumo de tomate y los ingredientes para condimentar y aromatizar nuestro Bloody Mary. Es muy importante removerlo bien con nuestra cuchara para mezclar, rápido para enfriar y que no se nos derritan los hielos.
Y ya tenemos nuestro Bloody Mary preparado.
Fuente: Dani M - Noctamina
la historia me parecio ridicula si fue mala y ami me da igual
ResponderEliminarGracias por la historia. Tiene su gracia saber los orígenes de los nombres
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