El mundo animal ya no es lo que era. A las especies salvajes que antes generaban una gran atracción les ha salido un peligroso competidor: mascotas caseras reales que imitan a otros animales. Es decir, perros que, gracias a las artes gráficas, se asemejan a los codiciados osos pandas o a feroces tigres. Esa es la última moda en China, donde causa furor customizar a las mascotas.
Según la CNN, esta tendencia implica pintar a los perros. Así, se ha optado por dar una mano de pintura blanca y negra a la especie chow chow para que se asemejen a los oso pandas, mascota nacional por la que los chinos sienten pasión. No son los únicos. A los retriever, en cambio, les han coloreado de negro y naranja para imitar a un tigre, aunque no tenga la fiereza de este animal ni corra libremente por la selva.
Esta moda no es nueva. En la Feria Pet Show Taipei, especializada en la materia, la sensación fue pintar a perros de colores. Incluso organizaron un concurso para elegir al ganador. Sin embargo, ahora han dado un paso más para tunear a las mascotas para que se parezcan a otros animales. ¿Y qué será lo próximo?, se preguntan muchos.
A los chinos no les preocupa en exceso los derechos de los animales. Según la CNN, en Taiwán hace menos de una década era normal comerse a los canes en restaurantes públicos o en granjas creadas al efecto. Sin embargo, ahora zamparse un perro es sólo un síntoma de pobreza. Además, también son utilizados por la medicina tradicional china para fabricar pócimas que mejoran la salud. De hecho, la cadena estadounidense se pregunta cuándo dejarán los chinos vivir tranquilos a los animales de compañía, tras incluirlos en su menú y vestirlos de forma ridícula.
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