“No hay nada peor que llegar a una manifestación violenta y no saber qué hacer”. Bajo ese lema, la compañía británica de ‘experiencias’ Wish.co.uk ha decidido convertir las últimas revueltas callejeras en un juego similar ‘paintball’ en el que un grupo de hasta 30 se dividen en dos equipos, antidisturbios y manifestantes, para enfrentarse y darse palos durante todo un día.
El ‘Entrenamiento para disturbios’, como se ha bautizado este peculiar pasatiempo, se inspira en los violentos enfrentamientos entre policía y jóvenes que se vivieron en varias ciudades del Reino Unido el verano de 2011.
Por algo menos de 100 euros, los organizadores ofrecen toda la experiencia de un grupo de instructores formado expolicías curtidos por años de servicio en dos de los lugares con los disturbios más violentos de las últimas décadas, Irlanda del Norte y Bosnia.
Además de por saber cómo funciona desde dentro un equipo de antidisturbios, los participantes se llevarán de regalo un buen número de moratones, golpes y heridas, y es que según la empresa responsable “no es un juego, sino la vida real con todo lo bueno y lo malo que sucede durante una manifestación con enfrentamientos”.
Debido al carácter físico de la actividad, no todo el mundo puede participar en el ‘Entrenamiento para disturbios’. Los instructores pueden rechazar a cualquier participante si su estado de salud o forma física no son suficientes para ‘disfrutar’ de la actividad. De hecho, la organización avisa: “si te estás preguntando cuantos golpes vas a recibir, este actividad no es para ti”
Cascos, porras y Pelotas de goma
El juego comienza con una pequeña clase teórica en la que se explican todos los pormenores de una intervención policial en disturbios callejeros, además de recordarse los más violentos de la historia reciente.
Luego los participantes se dividen en dos bandos: polis y antisistema. Unos se arman con trajes acolchados, cascos, escudos protectores, porras y escopetas de pelotas de goma, mientras que los otros se cubren con protecciones antigolpes y empuñan palos.
De ahí pasan al campo de disturbios, situado en la pequeña localidad de Droitwich, a poco más de dos horas de Londres. Allí los dos equipos se enfrentarán en un escenario semiapocalíptico con coches destrozados, contenedores como barricadas y neumáticos ardiendo.
Tras un primer ‘round’ se cambian las tornas: los que eran antidisturbios pasan a ponerse en el pellejo de los manifestantes violentos, y viceversa, para terminar firmando la paz “mientras toman unos refrescos”.
Los políticos, en contra
El ‘Entrenamiento para disturbios’ ha sido todo un éxito y ya tiene completas las reservas para los próximos cuatro meses. Sin embargo, no ha todo el mundo le ha gustado esta banalización de la violencia callejera.
El diputado ‘Tory’ local Peter Luff ha pedido la prohibición del juego, del que asegura que es “peligroso e ilegal” y considera que “incita a la violencia, además de explicar cómo provocar disturbios”, según refleja el diario británico ‘Daily Mail’.
Por su parte, la compañía Wish.co.uk ha emitido un comunicado en el que niega estas acusaciones y califican su propuesta como “una actividad que no incita a la rebelión social ni anima a nadie a infringir la ley”.
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