La madre Rusia es un lugar grande, enorme, que cubre una extensión europea y asiática. La variedad de su cocina es inmensa, pero permítanme que les cuente una receta de una de sus aportaciones más celebradas por todo el mundo, el filete strogonoff. Se trata de un plato que admite diferentes variaciones en función de la carne que usemos, ya que es posible meterle mano con cerdo, pollo, lomo de vaca e incluso lengua. Lo suyo es que el strogonoff sea la vianda fuerte de la comida, aunque también puede valer como tapa. Para mí lo mejor es utilizar lomo de vaca, pero allá cada cual con la crisis...
La manera de prepararlo es la siguiente: cortamos en cubos la carne de lomo y los doramos por tandas en aceite, preferentemente de oliva. Luego los escurrimos y los reservamos. Aparte cogeremos una olla donde pondremos la manteca y la ponemos al fuego: le agregamos cebolla picada y lo dejamos rehogar. Eso sí, removiendo a cada rato. Le añadimos harina, lo mezclamos todos y agregamos el caldo, el güisqui, ketchup, mostaza, sal, pimienta y salsa inglesa (worcester souce). Todo para adentro. Incorporamos entonces los cubos de carne con el jugo que soltó y los champiñones cortados y previamente salteados en manteca (sin que se hayan quemado). Lo dejamos cocinar durante un cuarto de hora en una olla tapada a fuego bajo. Por último, le añadimos la crema doble, lo cocinamos otros dos minutos y listo.
Los ingredientes quedan como sigue: dos quilos de carne de lomo, tres cucharadas de aceite, res de manteca, una de harina, una cebolla picada, taza y media de caldo, media de güisqui, dos de mostaza, tres de ketchup, una más de champiñones cortados, taza y media de crema doble. Sal, pimienta y salsa inglesa al gusto del consumidor.
Escrito por Tatiana Khristenko para triplannet.
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