sábado, 15 de diciembre de 2012
viernes, 14 de diciembre de 2012
La mina de sal de Wieliczka (Polonia)
La
mina de sal de Wieliczka, en los alrededores de Cracovia, se encuentra
en activo desde el s. XIII. Hoy sin embargo, y aunque todavía siga
extrayéndose de ella sal gema, el turismo se ha convertido en la
actividad principal, relegando la extracción de sal a un segundo plano.
Sus 300 kilómetros de galerías son objeto de un escrupuloso
mantenimiento a fin de evitar inundaciones. El agua sobrante sigue
siendo bombeada hasta una planta de tratamiento, inaugurada en 1912 y
modernizada en 2003, que extrae la sal que lleva. Negra como la roca, la
sal de Wieliczka se vuelve blanca una vez triturada. Con ella se
fabrican sales de baños perfumadas o sal de mesa, pero no se deje
confundir: las lámparas de sal rosas o naranjas que se venden a la
salida están fabricadas con sal de a saber dónde. El negocio es el
negocio…
Que Dios te proteja
Lo más sorprendente de la mina de Wieliczka es la decoración de sus salas y galerías.
La
pizarra arcillosa, con un contenido en sal del 85%, se ha ido tallando a
lo largo del tiempo: estatuas, capillas y bajorrelieves piadosos y
naïfs narran la historia de la mina, relatan sus leyendas y rinden a
Polonia un homenaje patriótico en forma de escenas labradas en la sal,
en las que, cómo no, Solidarnosc y Juan Pablo II ocupan un lugar de
honor. Bajo tierra se ha acondicionado una sala de exposiciones, otra de
conferencias, un bar, un restaurante y una auténtica catedral (a
101 metros de profundidad).
Los
guías, políglotas, son mineros. Cuando dos de ellos se cruzan, se
saludan con un invariable “Que Dios te proteja”: ni siquiera el
comunismo consiguió prohibir esta tradición. A pesar de lo
extremadamente difícil de las condiciones, los mineros –funcionarios–
estaban considerados unos privilegiados: por aquel entonces el rango de
minero se transmitía de padre a hijo y todavía hoy siguen estando muy
orgullosos de trabajar en Wieliczka.
Una
escalera de madera se hunde en las entrañas de la mina: la cámara
Russegger, situada en el punto más bajo de la visita, alberga el museo
de las Minas de sal de Cracovia (incluido en la entrada). 135,60 metros
de sal separan al visitante de la superficie. Un bar y un restaurante,
situados a 125 metros bajo tierra, permiten al visitante, tras dos
kilómetros y dos horas y media de excursión subterránea a 14°C,
reponerse de las emociones. Si lo desea, podrá comprar, franquear y
enviar una postal desde la misma mina.
Pozo Danilowicz
El
pozo Danilowicz, antaño utilizado para subir la sal, fue excavado entre
1635 y 1640. Hoy alberga las taquillas y la tienda de recuerdos.
La
mina está abierta al público desde hace casi dos siglos. En 1493
recibió a un visitante muy ilustre: Nicolás Copérnico, estudiante en
Cracovia, a quien está dedicada la primera sala subterránea.
Cámara Janovice
La
cámara Janovice, excavadas a principios del s. XVII, está decorada con
seis estatuas que relatan la historia de la reina Kinga (Cunegunda en
español), patrona de los mineros canonizada en 1999 por Juan Pablo II.
Hija del rey de Hungría y esposa de Boleslao V el Casto, Kinga perdió su
anillo de pedida en el pozo de la mina de sal de Marmarosz que su padre
le había regalado. Al llegar a Polonia, ordenó excavar un pozo en las
inmediaciones de Cracovia con la idea de encontrar agua. Los mineros se
pusieron manos a la obra pero lo que descubrieron fue un yacimiento de
sal gema. En el primer bloque que subieron se encontraba la sortija de
la reina, llegada hasta aquí de forma milagrosa…
Cámara Casimiro el Grande
Esta
sala, excavada en 1743, fue bautizada en 1968 con el nombre de Casimiro
el Grande y está adornada con un busto tallado por Władysław Hapek.
En
1368, Casimiro el Grande publicó una ley, conocida como el “Estatuto de
Kazimierz”, que definía las condiciones de explotación de la mina y
otorgaba a los mineros derechos sobre la sal extraída de la misma. La
sal constituía por aquel entonces una riqueza económica de primera
magnitud. Tanto es así, que la explotación de la mina representaba en el
s. XIV el 30% de la riqueza nacional. Con los ingresos generados por la
sal, el rey abonaba el salario de los dignatarios del Estado (no en
vano el término salario deriva de sal, utilizada
durante mucho tiempo como moneda de pago) y la paga de los soldados. La
sal era asimismo indispensable para la conservación, transporte y
comercio de los alimentos.
Enganche Kunegunda
El
enganche Kunegunda, una galería que comunica dos pozos, está habitado
por unos duendecillos traviesos y coloridos que custodian el tesoro de
Wieliczka: se cuenta que cuando los mineros llegaban por la mañana a la
mina se encontraban los vagones que el día anterior habían dejado
completamente vacíos cargados de sal y que esto era cosa de los duendes…
Capilla de Santa Cruz
La
capilla de Santa Cruz alberga una talla en madera policroma de Nuestra
Señora de la Victoria (s. XVII) y un Cristo en madera del XIX. Esta
capilla se encuentra en el segundo nivel de los nueve que, a lo largo de
327 metros de profundidad, componen la mina. De ésta, está abierto al
público menos de un 10%.
Capilla de Santa Cunegunda
La
magnificencia de esta gigantesca sala impresiona a los visitantes, que,
inconscientemente, bajan la voz nada más entrar en ella. Inaugurada en
1896, tiene 12 metros de alto por entre 15 y 18 de ancho y más de 54 de
largo. Los adoquines del suelo son enteramente de sal.
El
centro del altar mayor está presidido por una imagen de Cunegunda
tallada en sal en 1914. A sus pies se encuentran las reliquias de la
santa, trasladadas en 1994 desde el convento de las Clarisas de Stary
Sacz, donde la reina, profundamente apenada por la muerte de su marido
en 1279, acabó sus días tras hacer donación de todos sus bienes a los
pobres.
La capilla es lugar de culto donde se celebra misa,
entre otras fechas, el 24 de julio (día de santa Cunegunda) y el 24 de
diciembre (misa del Gallo).
Cámara Erazm Barącz
El
lago de la cámara Erazm Barącz, de 9 metros de profundidad, ha inundado
parte de esta sala, situada a 100 metros de profundidad y explotada
durante dos décadas a partir de 1846. Se dice que su agua es más salada
que la del Mar Muerto… y es verdad.
Una
galería de madera situada por debajo del techo de la sala (prohibida a
los visitantes) permite a los mineros vigilar la estanqueidad de las
paredes.
Erazm Barącz, célebre coleccionista de arte, fue director de la mina de Wieliczka entre 1917 y 1918.
Capilla de San Juan
La
capilla de San Juan, de madera pintada y barnizada, fue construida en
1859 en un recóndito tramo de la mina. En 2005 fue trasladada para que
los visitantes pudieran verla y de paso salvarla del ataque callado del
salitre. La galería Antonia, a la izquierda, lleva hasta el museo y el estrecho ascensor, original, que devuelve a los visitantes a la superficie.
martes, 4 de diciembre de 2012
Idolos: Gerry Rafferty
El rock se puso de luto el 4 de enero de 2011 con la muerte de Gerry Rafferty, uno de los pioneros de esta música en Escocia y padre de algunos de los temas más exitosos del género pese al desconocimiento casi generalizado sobre su obra. Tras años luchando contra una enfermedad y viendo cómo su salud empeoraba por sus problemas con la bebida, Gerry Rafferty fallecía a los 63 años de edad en su domicilio del sur de Inglaterra y con la única compañía de su hija Martha.
Nacido en Paisley en 1946, Gerry Rafferty pertenece a esa generación de músicos que, primeramente, optó por ganarse la vida tocando en la calle o en el Metro antes de ponerse a grabar. Tras un fugaz paso por The Humblebums, y un disco en solitario que vio la luz, sin mucha repercusión, en 1972, Gerry Rafferty entró a formar parte de Stealers Wheel en compañía de su amigo Joe Egan. Con dicha banda grabó Stuck in the middle with you, una canción que tras lograr cierta popularidad en los setenta volvió a todas las radiofórmulas en los noventa después de que Tarantino la eligiera para la banda sonora del filme de culto Reservoir Dogs.
Sin embargo, el mayo éxito le llegaría a Gerry Rafferty con Baker Street, canción incluida en su primer disco tras romper con Stealers Wheel y que, a día de hoy, sigue siendo requerida. Gracias a ella Rafferty logró mantenerse, toda vez que sus últimas aproximaciones al mundo de la música no fueron recibidas como merecían, lo que unido a su estado de salud, su afición a la bebida y cierto gusto por la polémica (como cuando desapareció por un tiempo para volver a dar señales de vida en la Toscana) hizo que su estrella se fuera apagando poco a poco hasta el día de su muerte.
Fuente: Excite.es
Etiquetas:
Idolos,
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Sensualidad interminable en un video de cuatro machos unidos por una causa......a Noite da Medicina 2012.
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