sábado, 3 de noviembre de 2012

El futuro tiene muchos nombres

"El futuro tiene muchos nombres", bajo este lema, el Real Oviedo, todo un histórico del fútbol español quiere animar a sus seguidores a suscribir acciones en una ampliación de capital, que ya se ha asumido desde todos los estamentos del club como fundamental para la supervivencia del mismo.

Sumido en una profunda crisis económica desde hace más de una década, que le hizo descender en apenas dos años desde la máxima categoría hasta la tercera división, allá por el verano de 2003, la unión de la afición y su apoyo incondicional hizo que un equipo con 77 años de historia en aquel momento pudiera salir adelante. Después de sentar unas bases, tanto económicas (aprobación de un concurso de acreedores) como deportivas, para intentar volver a la élite, la llegada de un nuevo máximo accionista a finales de 2006, dio paso a la etapa más oscura de un club que, con su descenso administrativo tres años antes creía haber tocado fondo, pero se equivocaba, lo peor estaba aún por llegar. Una gestión (por llamarla de alguna manera) irresponsable, impresentable y vergonzosa, llena de decisiones absurdas, sin sentido alguno y en la que se despilfarraron varios millones de euros para nada, ha dado paso a la actual situación, en la que un nuevo consejo de administración que tomó los mandos el pasado verano, ha intentado reconducir la situación y tratar de que una vez más, el club tenga futuro.

Un equipo que ya en los años 30 militaba en una recién creada primera división de la liga española, en cuyo debut, allá por 1933 no tuvo ningún tipo de complejo para golear a todo un Fútbol Club Barcelona por 7 a 3, y que a lo largo de su historia ha visto vestir su camiseta a míticos jugadores como Lángara (3 veces máximo goleador de la Liga), Óscar (suplente del mítico Ricardo Zamora en la Selección Española), Herrerita (considerado por muchos el mejor jugador asturiano de la historia), Antón (el cañonero con boina), Emilín, Marianín, Sñanchez Lage, Tensi (el eterno capitán), Carlos Muñoz, Marius Lacatus, Janko Jankovic, Nikola Jerkan, Robert Prosinecki, Slavisa Jokanovic, Paulo Bento (actual seleccionador portugués), Viktor Onopko, Tito Pompei, Dely Valdés o el malogrado Petr Dubovsky.

Jugadores que actualmente están en la élite del balompié e incluso alguno campeón de Europa y del Mundo con la Selección Española, como Juan Mata (Chelsea F.C.), Santi Cazorla (Arsenal F.C.), Adrián López (Atlético de Madrid) o Miguel Pérez Cuesta, Michu (Swansea City F.C.) se formaron en sus categorías inferiores e incluso los dos útlimos llegaron a debutar con el primer equipo.

Reconocidos deportistas como Fernando Alonso (dos veces campeón del mudo de F1) o el ciclista Samuel Sánchez (medalla de oro el los JJ.OO. de Pekín 2008), cantantes como Melendi, o periodistas como Sid Lowe, Pedro Zuazua (actual consejero del club) o Raquel Martos han declarado en múltiples ocasiones su simpatía hacia un club y un equipo que ha sido capaz de renir a más de 16000 espectadores en partidos de liga regular de tercera división y más de 25000 en partidos por el ascenso, tanto a segunda como a segunda divisón B, arropándolo también en múltiples desplazamientos, llegando incluso a triplicar a la afición rival en su propio estadio (León 2011).

Es por esto que, llegado el momento en que más que nunca el club necesita de sus aficionados y simpatizantes, desde este blog queremos sumarnos a la iniciativa para la que se ha habilitado una página web www.yosoyelrealoviedo.com a través de la cual se pueden adquirir acciones al precio de 10,75€. Desde hoy y hasta el próximo día 17 de noviembre podeis sumaros y participar en el accionariado de un club que como el ave fénix, quiere resurgir de nuevo de entre sus cenizas y dar toda una lección al llamado fútbol moderno.

Porque el futuro tiene muchos nombres y uno de ellos puede ser el vuestro.

Por cierto, el último gol del vídeo y el aspecto del estadio corresponde a un partido de ascenso desde la cuarta a la tercera categoría del fútbol español en junio de 2005, sin palabras...

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