sábado, 12 de noviembre de 2011

Fez: laberinto marroquí de callejuelas, zocos y aromas



Fez es la más imperial de todas las ciudades de Marruecos, la capital espiritual con una de las universidades más antiguas del mundo y el centro artesanal sin discusión del país.

400.000 habitantes residen en esta medina medieval constituida por 13.000 callejuelas, plazas y pasadizos, eso sin contar las 320 mezquitas que se levantan en todo este laberinto medieval con 5.400 tiendas que forman los zocos más coloristas del reino alauí.

Entre palacios, zocos y jardines, pero andando

Patrimonio Mundial de la UNESCO, Fez hay que recorrerla a pie, pues los coches no tienen acceso al recinto y sólo en tiempos las caravanas que llegaban del desierto lograban penetrar en algunas partes muy delimitadas de la ciudad.

Pero aparte de los edificios históricos religiosos, prohibidos en su interior al turista occidental, la ciudad esconde entre sus muros de adobe numerosos palacios, mansiones y jardines. Algunos de ellos han sido reformados y con el nombre de "riads" son una apuesta gastronómica y hotelera que se ha puesto muy de moda entre los visitantes más refinados de este destino.

Tejedores, orfebres, tenderos, curtidores, artesanos y otros mucho más forman un universo muy peculiar, casi único en el mundo, donde hay que oler, probar y tocar. En el afamado barrio de los curtidores los trabajadores enfangados en el interior de las cubetas de piedra o de madera siguen trabajando las pieles con las técnicas medievales.



Las siete puertas de la medina

Tampoco hay que prescindir de la visita al tradicional mercado donde se puede descubrir, por ejemplo, la carne de camello, darse un festín a base de los variados dátiles que llegan a estos mercados o comprobar simplemente como las familias llevan ceremonialmente su masa hecha en casa para obtener pan en los antiguos hornos que funcionan en todos los barrios.

La medina tiene siete puertas por las que se puede entrar en la ciudad vieja, pero quizás conviene acceder al recinto protegido por las murallas del siglo XI (perímetro de más de 14 km) por Bab Bou Jeloud, la puerta occidental decorada con brillantes colores.

Allí se encuentra la zona de más actividad de la ciudad con sus dos barrios: la propia Medina y el Barrio de los Andaluces, llamado así porque aquí se instalaron las familias musulmanas expulsadas de Andalucía por los cristianos en el siglo IX.

Joyas imprescindibles de Fez

Los zocos. Destacan el de los curtidores y los de artículos de cuero y babuchas, henna, especias, de los ebanistas y orfebrería.

Barrio judío. Con sus casas adornadas con balcones, hoy solo quedan 45 familias de judíos en la vieja ciudad. Se puede visitar la sinagoga de Ibn Danan.

Las medersas. Antiguas escuelas coránicas. Destaca la conocida con el nombre de Boi Inania: es el único edificio religioso abierto a los no musulmanes.

Barrio de los alfareros. Fuera de la vieja medina, permite ver el proceso de fabricación de la cerámica azul y la técnica artesanal del azulejo.

El Palacio Real. Con sus siete puertas doradas, es el más antiguo y grande de Marruecos.

La Mezquita de Kairaouine. Es el centro de enseñanza más antiguo del mundo occidental, anterior a la Sorbona o a Oxford.

Fez from Gabriel Castro on Vimeo.

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