jueves, 5 de mayo de 2011

La U.N.A.M.



Hace unos días publicábamos una entrada referente a la Ciudad de México, en la cual os prometíamos hablaros más delante de la Universidad Nacional Autónoma de México, pues bien, aquí la tenéis.

Fundada en 1910, es la heredera de la Real y Pontificia Universidad de México, que data nada menos que del siglo XVI, y su primer rector fue Don Joaquín Eguía Lis.
Su escudo representa las zonas central y sur del continente americano sostenidas por el águila y el cóndor, sobre una alegoría de los volcanes y el nopal y enmarcado por el lema universitario: “Por mi raza hablará el espíritu”, el cual evoca el espíritu humanista con que fue concebida.


A lo largo de sus centenaria historia, ha sido foco de numerosas movilizaciones sociales, como las ocurridas a partir de 1929, en el marco de las reformas universitarias que acontecían en América Latina; las de 1968, que luchaban contra la represión gubernamental; o las de 1999-2000, en contra de la modificación del Reglamento General de Pagos y que incluso llegaron a detener el funcionamiento de la institución.

En la actualidad cuenta con alrededor de 300.000 alumnos y unos 35.000 profesores, y goza con un gran prestigio, no obstante es la segunda con mayor reconocimiento de toda Latinoamérica, solo por detrás de la de Sao Paulo, y ha sido galardonada con el Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades 2009, entre otros reconocimientos. Cuenta con numerosos centros de estudios repartidos por toda la geografía mexicana, así como en los Estados Unidos y Canadá.

Pero la joya de la corona universitaria es, sin duda, su magnífico campus, declarado Patrimonio Mundial de la Humanidad por la UNESCO, que alberga una reseva ecológica y constituye un auténtico museo al aire libre, donde podemos disfrutar de joyas arquitectónicas como el edificio de la Rectoría, la Biblioteca Central o la Facultad de Medicina, todos ellos ornamentados con maravillosos murales de los principales artista mexicanos del siglo XX, como Diego Ribera, David Alfaro Sequeiros o Juan O´Gorman. Y es que adentrarse en este campus es hacerlo en un homenaje al mural, ya que pocos edificios del complejo carecen de ellos, incluido el Estadio Olímpico Universitario, sede del equipo de fútbol de los Pumas de la UNAM, uno de los principales clubes del balompié mexicano.


Espacio también, cómo no, para la música en la espectacular Sala Nezahuálcoyotl, donde disfrutaremos de una excepcional acústica donde escuchar a su orquesta residente, la Orquesta Filarmónica de la UNAM, y que se sitúa en el Centro Cultural Universitario, justo al lado del Museo Universitario de Arte Moderno.

Y puesto que después del estudio, también debe haber tiempo para el relax y el entretenimiento, en la zona conocida como “Las Islas” podemos disfrutar de numerosas actividades al aire libre como conciertos, malabares, deportes… o simplemente recostarnos en el césped y dejar pasar las horas olvidando por unos momentos las preocupaciones mundanas.

Así que ya lo sabéis, si estabais pensando en completar vuestra formación universitaria, o en iniciarla, la UNAM es el lugar ideal.

GOOOYA!!! GOOOYA!!! GOOOYA!!!

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